Los aranceles estadounidenses: qué hacer y qué no ante las noticias sobre los impuestos comerciales

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Es importante recordar que, pese a las recientes reducciones, las barreras comerciales estadounidenses siguen siendo bastante más altas de lo que eran hace solo unos meses.

Este artículo fue publicado el 4 de abril de 2025 y se actualiza regularmente

Los primeros meses del segundo mandato de Trump han traído consigo un repunte de la volatilidad en los mercados de renta variable, renta fija y divisas. Aunque se ha decretado una pausa en los aranceles aplicados el «Día de la Liberación» y las negociaciones con China han resultado en una reducción en los impuestos comerciales durante 90 días, los aranceles
permanecen en máximos históricos, al igual que la incertidumbre económica general.

La situación actual

El arancel básico del 10%, que contempla reducciones limitadas para algunas mercancías, sigue siendo aplicable a todos los socios comerciales estadounidenses distintos de China, Canadá, México y Rusia. Además, se están aplicando impuestos a productos específicos, entre ellos
aranceles del 25% a las importaciones de acero, aluminio y automóviles. El Gobierno estadounidense ha mencionado que los fármacos, las producciones cinematográficas, los chips informáticos y los iPhones también podrían ser objeto de aranceles en el futuro.

Sin embargo, el 9 de abril se decretó una pausa de 90 días en los mayores aranceles «recíprocos» aplicados a otros países con el fin de ganar tiempo para las negociaciones. La respuesta del mercado a esta pausa fue positiva, y las bolsas revirtieron parte de sus pérdidas previas. Desde entonces, el Gobierno de Trump ha negociado un tratado comercial con el Reino
Unido que reduce o elimina los aranceles específicos a los automóviles y el acero británicos a cambio de una reducción de los aplicados a una serie de exportaciones estadounidenses. Sin embargo, este acuerdo no elimina el impuesto básico del 10% aplicable a la mayoría de las mercancías exportadas desde el Reino Unido a EE. UU.

Más recientemente, las negociaciones con China han dado como resultado una reducción durante 90 días -que entró en vigor el 14 de abril- del tipo arancelario que aplica al otro de un 115%. Con este pacto, el arancel que EE.UU. aplica a las exportaciones de bienes desde China queda en un mínimo de 30%, y el que China aplica a las mercancías importadas desde EE. UU. en un 10%. Esta reducción de 90 días de duración tiene por objetivo ganar tiempo para que ambos países avancen en las negociaciones sobre sus relaciones económicas y mercantiles.

Por el contrario, la Administración estadounidense recientemente ha amenazado con subir los aranceles a la UE del 10% básico al 50% a partir del 1 de junio, dado que las negociaciones “no estaban avanzando”. Tras la intervención de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la medida se ha pospuesto al menos hasta el 9 de julio.

Sigue habiendo altas barreras comerciales

Es importante recordar que, pese la pausa en los aranceles recíprocos, las barreras comerciales
estadounidenses siguen siendo bastante más altas de lo que eran hace solo unos meses. El arancel básico del 10% aplicado a prácticamente todos los países y los impuestos más altos a productos específicos siguen vigentes. Incluso tras las negociaciones recientes, China sigue haciendo frente a un elevado tipo arancelario de más del 30%. A esto hay que sumar que
las exportaciones desde Canadá y México a EE. UU. no cubiertas por el tratado USMCA siguen estando sujetas a un gravamen del 25%. 

El hecho de que China siga soportando unos impuestos comerciales más punitivos que otras regiones complica el cálculo del tipo arancelario efectivo* sobre las importaciones estadounidenses. La probabilidad de que se produzca un desvío de las rutas comerciales para eludir los aranceles ha aumentado y, como consecuencia de ello, el porcentaje en el que el tipo efectivo se estabilice en última instancia dependerá de la medida en que la demanda estadounidense de importaciones caiga o se redirija a otras regiones. Aunque actualmente
el tipo arancelario efectivo es más bajo de lo que era inmediatamente después del «Día de la Liberación» (Gráfico 1), permanece en niveles bastante elevados en comparación con la historia reciente.

Gráfico 1: Tipo arancelario efectivo estadounidense

Fuente: Finect

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